10 cosas que ver en Bujara
Bujara o Bukhara (en ingles), nos pareció la ciudad más auténtica de Uzbekistán. Hay muchas cosas que ver en Bujara, pero simplemente perderse por el centro histórico de la ciudad es una experiencia única.
Fundada alrededor del siglo I a.C., ya durante la invasión árabe del 700 d.C., Bujara era una de las principales ciudades caravaneras de la Ruta de la Seda. El apogeo de la ciudad se produjo cuando se convirtió en la capital del reino samánida en los siglos IX y X d.C.
La dinastía samánida, en particular los cuatro nietos de Sāmān-Khodā, habían sido recompensados con provincias por su fiel servicio al califa abbasí al-Maʾmūn. Ismail I (892 – 907 d.C.) estableció un gobierno semiautónomo sobre Transoxania y Khorāsān, con Bujara como capital.
Bujara aún conserva gran parte de su antiguo aspecto. Entre las cosas que ver en Bujara hay mezquitas, madrasas (escuelas teológicas musulmanas y de ciencias), casas de tejados planos de ladrillos secados al sol y restos de bazares cubiertos.
Antes de descubrir juntos los principales atractivos de la ciudad, te invitamos a consultar nuestra guía de 7 puntos sobre cómo viajar a Uzbekistán de forma independiente y económica. No te pierdas nuestro artículo sobre que ver en Samarcanda y que ver en Khiva.
Complejo arquitectónico Po-i-Kalyan
El complejo arquitectónico Po-i-Kalyan (también Poi Kalyan) es la principal atracción turística de Bujara, situado en la plaza principal de Registan. Po-i-Kalyan, «el pie del grande», consta de tres estructuras construidas entre los siglos XII y XVI. El minarete Kalyan, la mezquita Kalyan y la madraza Mir-i Arab.
Minarete Kalyan
El minarete de Kalyan, símbolo de la ciudad, es el más antiguo de ellos. Este está entre las cosas prinipales que ver en Bujara. Tiene casi nueve siglos de antigüedad y nunca ha sido restaurado. Construido sólo con ladrillos cocidos, fue erigido en 1127 por orden de Arslan-Khan de los Karakhaníes (también escrito Qarakhaníes). Es uno de los pocos monumentos que permanecieron indemnes tras la invasión mongola de Asia Central. Cuenta la leyenda que, cuando Gengis Kan vio el minarete, se inclinó ante él por su belleza y decidió conservarlo intacto. El minarete mide 46,5 metros de altura; su diámetro en la base es de 9 metros.
Hay un puente que conecta el minarete con el tejado de la mezquita de Kalyan. Puedes utilizarlo, así como las estrechas escaleras de caracol de ladrillo del interior de la torre, para llegar a la rotonda y disfrutar de la fascinante vista panorámica de Bujara.
Mezquita Kalyan y Mir-i Arab Madrasah
La mezquita Kalyan (Grande mezquita) se construyó en 1514. Es la segunda mezquita más grande de la región, después de la mezquita Bibi-Khanum de Samarcanda. Durante 500 años fue la mezquita principal de Bujara. Puede albergar hasta 12.000 fieles para la oración.
Es posible entrar en la mezquita de Kalyan por sólo 15.000 UZS.
Recuerda que debes llevar ropa apropiada para el lugar de culto. Las mujeres sólo pueden entrar con la cabeza cubierta, los hombros y las piernas deben ir cubiertos para ambos sexos. Si no dispone de la ropa adecuada, en la entrada hay pañuelos y faldas disponibles.
La Mir-i Arab Madrasah (‘madraza del emir árabe’) se encuentra frente a la mezquita. Su imponente puerta y su gran estructura albergan la escuela musulmana llamada madrasa, construida alrededor de 1535.
Es la segunda madraza más grande de Bujara. Tiene dos plantas con 114 salas alrededor de un patio y dos salas cruciformes. La primera sala se utilizaba como mezquita y aula. Otra sala es el mausoleo de Ubaidulla-Khan, Abdullah Yemeni y otros nobles. La tumba de madera de Ubaidulla-Khan está en el centro del mausoleo.
Mezquita Bolo Hauz
Una de las mezquitas más impresionantes que visitamos. La entrada consta de tres filas de columnas de madera que sostienen un techo encantador decorado con colores vivos y bajorrelieves. La mezquita se construyó en 1712, mientras que el pórtico (iwan) con las 20 columnas no se añadió hasta el siglo XX.
Nos encontramos de paso durante la oración del viernes (la más importante para los musulmanes) y fue una experiencia maravillosa. El uso principal de la mezquita es la oración del viernes.
El nombre Bolo Hauz se traduce como «encima del estanque» y hace referencia al estanque artificial octogonal situado justo delante del iwan de 20 pilares. Este edificio también se conoce como «la mezquita de los 40 pilares» porque se refleja maravillosamente en el estanque. Antiguamente, esta región sufría con frecuencia escasez de agua, por lo que estos estanques servían de fuente para que el público recogiera agua potable. Sin embargo, el agua estancada provocaba la propagación de enfermedades y este tipo de uso se clausuró bajo el dominio soviético en el siglo XX.
Atención! Google Maps no indica los medios de transporte dentro de las ciudades de Uzbekistán. Recomendamos descargar la aplicación de mapas utilizada en casi todos los países de la antigua Unión Soviética. El nombre de la aplicación es 2GIS. Si quieres saber más sobre como moverse en Uzbekistán lee nuestra guía de 7 puntos.
Bazares antiguos en el centro de Bujara
Bujara era una de las ciudades caravaneras de la Ruta de la Seda y, como tal, no pueden faltar sus famosos bazares. Las zonas comerciales de Bujara están bien conservadas y te transportarán al pasado. Los mercados se ubicaban bajo grandes espacios cubiertos, rematados con cúpulas. Observar estos edificios incluso desde el exterior es una experiencia única.
Aún hoy, los cuatro bazares funcionan como mercados donde los artesanos venden sus obras y donde se pueden comprar todo tipo de recuerdos.
Estos son los nombres de los cuatro bazares que encontrarás en el casco antiguo: Toki-Sarrofon, Telpak Furushon, Tim Abdullakhan, Toki-Zargaron.
Fortaleza de Ark
Horario de apertura: 09:00 – 22:00 h
Precio: 40.000 UZS
Hasta 1920, la ciudadela fue la sede del emir de Bujara, es decir, el gobernador de la ciudad. La fortaleza de Ark es uno de los edificios más antiguos de Bujara. Las primeras construcciones datan de los siglos III-IV a.C. El conjunto de edificios acumulados a lo largo de los años formó una colina artificial de 20 metros de altura. No podía faltar esta fortaleza entre las cosas que ver en Bujara.
La imponente muralla y la enorme puerta principal protegen lo que fue la residencia del emir, renovada con el paso del tiempo. En su interior se pueden visitar exposiciones de reliquias pertenecientes al emir y su corte, la sala del trono del emir y varios museos, uno de ellos sobre la historia de Bujara.
El fuerte ha sido destruido y reconstruido muchas veces. Tras una de tantas destrucciones, fue reconstruido por la dinastía samánida en los siglos IX-X, antes de ser destruido de nuevo por Gengis Kan en el siglo XIII. De hecho, los ciudadanos de Bujará se refugiaron de la invasión mongola entre los muros de la ciudadela. El ejército mongol, tras varios intentos, consiguió entrar y destruyó la fortaleza. Los edificios que hoy en día se han conservado dentro de la fortaleza pertenecen a la época de las dinastías Ashtarkhanida y Mangita.
Desde lo alto de las murallas que protegen la fortaleza, se puede disfrutar de la vista de Bujara desde lo alto. Aquí se encuentran los restos de la mezquita Djome, que data del siglo XVIII. Recomendamos visitar la fortaleza durante la puesta de sol.
Las madrasas de Bujara
Es sorprendente la cantidad de madrasas que se encuentran en Bujara. Esto es sin duda una clara muestra de la importancia histórico-cultural de la ciudad. Estas están entre las cosas pricipales que hay que ver en Bujara. Las madrasas son para Bujara lo que las universidades son para las ciudades europeas. Estas nacieron como instituciones de enseñanza superior sostenidas por ricos benefactores, donde profesores y alumnos vivían y trabajaban juntos.
No debemos olvidar que Ibn Sina, conocido en Europa como Avicena, vivió y estudió aquí. Fue un médico y filósofo que marcó el desarrollo de la medicina mundial y también de otras esferas del saber.
El plan de estudios de estas instituciones incluía asignaturas religiosas y seculares. Se enseñaba literatura árabe y persa, gramática árabe y sharia a los alumnos más jóvenes, que podían ingresar a los 15 años; los mayores también estudiaban derecho y lógica. Había madrasas más centradas en las ciencias, la astrología y las matemáticas. Las clases se impartían cuatro días a la semana durante todo el año, y los alumnos debían aprobar un examen final antes de obtener el título. Sólo entonces el khan (gobernante) les asignaba un trabajo adecuado.
Además de la madrasa Mir-i Arab que ya hemos mencionado. Hay muchas más madrasas en la ciudad que merece la pena visitar. A continuación os dejamos una lista de las principales.
- Chor-Minor Madrasa, la madrasa de los cuatro minaretes;
- Nadir Divan-Beghi Madrasa;
- Ulugbek Madrasa;
- Modari-Khan Madrasa;
- Abdullakhan Madrasa;
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El mausoleo de Ismail Samani
Según la leyenda, el fundador de la dinastía samánida, Ismail Samáni, construyó este mausoleo para su padre. Más tarde, este edificio se convirtió en el panteón familiar de todos los samánidas. Presumiblemente, el propio Ismail, que murió en 907, y su nieto Nasr II ibn Ahmad, que murió en 943 y cuyo nombre se encontró en la placa de madera sobre la entrada, fueron enterrados aquí.
Este mausoleo está reconocido como una obra maestra de la arquitectura mundial por la perfección de sus formas geométricas. Es uno de los edificios de ladrillo quemado más antiguos de Asia Central.
Este cubo de ladrillo casi perfecto se construyó a principios del siglo X y pertenece al gran resurgimiento cultural de la dinastía samánida (875-999).
Hammam
Entre las cosas que se pueden hacer en Bujara, muchos visitantes optan por regalarse un momento de relajación en los hammams de la ciudad. Algunos son sólo para hombres y otros para mujeres. El precio de la experiencia completa, que también incluye un masaje, es de unos 400.000 UZS.
Torre de Bujara
También se puede subir a lo alto de la Torre de Bujara. Esta moderna torre utilizada como restaurante ofrece una vista de la ciudad desde lo alto. A nosotros no nos pareció nada excepcional. El precio de la subida es de 50.000 UZS.
Plazas Khoja Gaukushan y Lyabi Khauz
Las plazas de Khoja Gaukushan y Lyabi Khauz son muy peculiares, ya que en medio de la plaza hay estanques de agua, similares a los de la mezquita de Bolo Hauz. En la plaza de Lyabi Khauz, alrededor del estanque adaptado como fuente, puedes sentarte en las mesitas del restaurante que tiene una amplia selección de comida y bebida a precios moderados.
Descubrir el arte de la decoración de platos
Te recomendamos entrar en la Qo’shmadrasa. Aquí podrás observar y fotografiar a los artesanos que trabajan las platos de metal y los decoran a mano con cinceles. Algunos platos tardan más de 20 días en hacerse. La entrada es gratuita y se pueden comprar los artículos.
Pruebar la comida uzbeka
La cocina uzbeka nos ha sorprendido por su variedad y bondad. Hay un inmenso número de restaurantes que probar en Bujara. Recomendamos probar Old Bukhara, uno de los de mejor relación calidad-precio, con camareros geniales y una excelente atención al cliente. Recomendamos reservar, ya que es uno de los restaurantes más concurridos de la ciudad.
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