Castelli, un pueblo en Abruzzo a los pies del Gran Sasso

El pueblo de Castelli se encuentra en Abruzzo, inmerso en uno de los parques más hermosos del centro de Italia. En el Parque Nacional de los Monti della Laga se encuentra el pico más alto de los Apeninos italianos, el Gran Sasso. Los Apeninos son la cadena montañosa que atraviesa Italia verticalmente desde Emilia Romaña hasta Calabria.

La montaña más alta de esta cadena montañosa es el Gran Sasso (2912 metros). Aparte de su altura, lo que llama la atención de esta montaña son su forma y sus colores. El Gran Sasso consta de tres picos y conserva, o más bien preservaba, el único glaciar perenne del sur de Europa, llamado glaciar Calderone. Éste se encuentra a sólo 2.800 metros de altitud, una rareza en la naturaleza, ya que las nieves perennes se encuentran a más de 3.000 metros. En la actualidad, el Calderone prácticamente ha desaparecido como consecuencia del aumento excesivo de las temperaturas.

Al atardecer, los tres picos que forman el Gran Sasso adquieren un color rosado, muy característico de la montaña. Si visitáis Castelli, os encontraréis a los pies de uno de los tres montes que forman el Gran Sasso, el Monte Camicia.

Dedicaremos más de un artículo a este Parque Nacional situado en la región de Abruzzo. No son muchos los turistas que conocen este lugar, lo que lo hace auténtico y permite experimentar las tradiciones y la cultura de la Italia menos turística.

Hoy descubriremos el pueblo de Castelli, con su tradición milenaria de cerámica.

Castelli, un pueblo mágico

Rodeado de vegetación, Castelli ofrece una impresionante vista del Monte Camicia sobre el pueblo. Cuando visitáis el pueblo, a menudo os encontraréis frente a la gran pared rocosa que, junto con las casas encaramadas, crea un paisaje único.

Castelli forma parte del llamado Valle de Sicilia. Una zona que históricamente marcó la frontera entre el Estado Pontificio y el Reino de las Dos Sicilias. El feudo fue perdido en 1500 por la influyente familia Orsini, que lo había gobernado durante mucho tiempo, y fue conquistado por Carlos V. El territorio fue concedido a los marqueses de Alarcón.

Castelli deriva probablemente de la vista que ofrece al visitante que llega. Un puñado de casas encaramadas en lo alto de un espolón rocoso, que se eleva casi cien metros, en la confluencia de los arroyos Río y Leomogna.

Qué ver en Castelli

Ciudad de la cerámica

Castelli es un pueblo de los Monti della Laga donde el arte desempeña un papel central. La cerámica es sin duda el principal atractivo. Desde 1500, Castelli es uno de los pocos centros italianos especializados en la elaboración y decoración de este material.

Antiguamente, los fabricantes de cerámica recorrían la península escoltados por soldados del reino borbónico. Evitando el riesgo de que los saqueadores les robaran por el camino. Llegaban hasta el norte de la península para vender sus obras.

Museo de la Cerámica

En el museo de la cerámica descubriréis la historia de Castelli y de sus artesanos. No os podéis perder el quiosco dentro del museo y las exposiciones que os harán retroceder en el tiempo hasta los métodos contemporáneos de fabricación de cerámica.

Iglesia de San Donato

Tejado de la iglesia de San Donato
Tejado de la iglesia de San Donato

Continuando el ascenso desde el museo de la cerámica, tras aproximadamente un kilómetro de caminata, llegaréis a la contrada de San Donato.

Por el camino, tendréis la oportunidad de ver el pueblo de Castelli, las montañas y los bosques circundantes, todo un espectáculo.

Una vez lleguados a la pequeña iglesia de San Donato, os parecerá estar ante una iglesia casi desnuda y pequeña. Pero basta con mirar hacia arriba para comprender la singularidad de la pequeña iglesia. El tejado está cubierto de mayólicas, cada una diferente de la otra, con formas y colores únicos.

La cerámica de la iglesia de San Donato se conserva intacta desde 1600. Las familias de Castelli donaron cada una una obra, realizada en sus propios talleres o encargada a uno de los artistas locales.

Siguiendo la estrecha carretera (la única de la contrada, jajaja) que pasa por delante de la pequeña iglesia, llegaréis a una zona llana. No dáis la vuelta hasta llegar al principio de la bajada. Detrás de vosotros, descubriréis una de las vistas más hermosas del Gran Sasso.

Piazza Roma y el centro histórico

Centro historico de Castelli
Centro historico de Castelli

Al llegar a la Piazza Roma, os encontraréis en el centro de Castelli, con callejuelas estrechas y casas de piedra. Los centros históricos de los pueblos de Abruzzo, como en muchos pueblos italianos, son similares. Desde la plaza, se puede recorrer una de las calles más antiguas del pueblo. Casas con pequeños balcones que dan a la calle, tiendas de alfareros y pintores que cuentan una historia milenaria.

Por desgracia, el terremoto de 2016 que afectó Abruzzo, también dejó su huella en Castelli. En el centro histórico, muchas casas están apuntaladas e inhabitables, muchos de los artesanos han perdido sus tiendas y el alma del pueblo se ha apagado. El turismo ha decaído, debido a los daños del terremoto y a la pandemia que comenzó unos dos años después. Obviamente, la economía de Castelli también dependía de los turistas interesados en conocer el pueblo y comprar sus famosas cerámicas. La falta de turismo, especialmente durante las vacaciones de verano, dificulta la vida de muchos artesanos. Además de que el pueblo ha perdido a muchos de sus habitantes. Las casas se han vuelto inhabitables y están cerradas. Este es un problema que afecta a la mayoría de los pueblos de los Monti della Laga que ya estaban en proceso de despoblación, agravado por el terremoto y la pandemia.

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