Los Kalasha: una cultura única entre las montañas del Hindu Kush
En mi viaje por el norte de Pakistán, llegué al lugar donde se encuentra una cultura única en el mundo. Los Kalasha.
Pero…¿Qué todavía no habéis leído nuestra guía rápida sobre Pakistán? Os recomiendo echar un vistazo rápido a nuestra guía de 7 puntos antes de organizar tu viaje a Pakistán.
Este artículo es solo informativo sobre la cultura de este asombroso pueblo. Si lo que os interesa es información más práctica: como llegar, donde hospedarse, que SIM usar y cuestiones relacionadas podéis consultar nuestro artículo. Los valles Kalasha: Rumbur, Bamboret y Birir.
Volviendo al tema de los Kalasha y su cultura única. He de admitir que la supervivencia de su cultura con unas tradiciones tan fuertes como diferentes de su entorno me impresionó. Todavía sigo impactado. Tuve un pequeño debate conmigo mismo sobre si escribir sobre ello o no. Que más gente supiera de su existencia o dejarlo pasar sin más. Llegué a sentirme mal por haber llegado a este lugar y más, cuando leí el primer libro sobre esta cultura, entendí que había seguido intacta hasta hace muy poco.
Un triste futuro
Supongo que nuestro mundo, la globalización es inevitable y eso se ve en uno de sus tres valles. Bamboret, donde los hoteles y el turismo Pakistaní predominantes van desplazando poco a poco esa vida tradicional. La globalización tiene sus cosas buenas y malas, pero obviamente no se puede detener. Estos valles ya son muy conocidos en Pakistán, exóticos por albergar una cultura tan distinta a la suya. Pero el proceso turístico al que se verán sometidos en los siguientes años será imparable.
Esperemos que al menos el turismo sea respetuoso, ya que debido a la incultura, en Bamboret observé escenas de jóvenes turistas pakistaníes lamentables, dando dinero a los niños o bebiendo hasta el límite. A día de hoy, casi todo el turismo pakistaní se concentra en Bamboret.
Los otros dos valles Rumbur y Birir son una auténtica maravilla. Allí es donde podréis disfrutar de verdad de esta increíble cultura.
¿Por qué me impresiono tanto? Sepamos un poco más…
Los Kalasha o Kalash que es como se pronuncia, tienen una cultura tan única como rara en nuestro mundo. Su idioma y cultura se cree que vienen de un pueblo indígena indoario que ocupaba anteriormente toda esta región. Tanto su idioma, como su religión, o su vestimenta son únicas, sin una relación aparente con ningún otro grupo étnico cercano. También su gastronomía es diferente, consumiendo alimentos como queso o produciendo su propio alcohol, ya sea vino o licor.
Esto los envuelve en una áurea de misterio que ha dado lugar a muchas teorías. La más conocida es que se dice que son los descendientes del ejército de Alejandro Magno. Teoría que comparten varios pueblos de esta parte del mundo, este de los Himalayas, el Karakorum, el Hindo kush o el Pamir.
Un milagro que haya perdurado hasta nuestros días
Es un auténtico tesoro que esta cultura se haya conservado en estos tres valles del Hindú kush, aunque tristemente muchos Kalash son convertidos continuamente al Islam. Y es que entre dos países como Afganistán y Pakistán, de los que no se puede decir que sean muy laicos. No debe ser fácil mantener tu religión politeísta al margen. Pero así es, justo aquí es donde esta cultura tan diferente a la de sus compatriotas ha sobrevivido durante milenios.
Como podéis apreciar por mi descripción del sitio, me encantó. Por ello dediqué unos días a informarme bien sobre su cultura, historia y tradiciones. A continuación os hablaré sobre ellas.
Historia
El origen de los Kalasha
Hay diversas teorías, una de las más populares y más repetida (aunque no por ello la más probable), es que estos pueblos se originaron de la mezcla con las huestes del ejército de Alejandro magno y que parte de su ejército se quedó allí. Así es como explican sus características físicas de algunos de ellos y dejan volar la imaginación.
Pero aunque este mestizaje se pudiera haber dado en parte y esto podría explicar que algunos de ellos sean de tez y ojos claros. No hay que olvidar que muchos de los pastunes que viven en el norte de Pakistán también lo son. En nuestra opinión creo que la información de llamarlos descendientes de Alejandro Magno procede más de una leyenda que queremos creer que la realidad. En realidad los Kalasha seguramente provienen de la antigua Kafiristán, que significa literalmente tierra de infieles.
Kafaristán
El antiguo Kafiristán en la actualidad ocuparía la provincia actual de Afganistán llamada Nuristán (tierra de la iluminación). Estos posteriormente cruzarían las montañas del Hindu kush y se asentarían en los valles de Pakistán, donde se encuentran en la actualidad. Llegando en algún momento de la historia a asentarse en una zona más grande, casi hasta Chitral. Fue gracias a la buena relación con los kho el principal grupo étnico de Chitral lo que creo una buena convivencia entre ambos pueblos y ayudo que esta cultura llegara hasta la actualidad.
Kafiristán viene de kafir que significa infiel. Por ello Kafiristán significa tierra de infieles. Esta región continuo así, con su cultura e idioma indoeuropeo hasta la llegada de Emir Abdur Khan, quien convirtió la región al islam. Posteriormente, se cambió el nombre a Nuristán.
Anteriormente al islam, las regiones que rodeaban a esta área eran principalmente budista, pero para aquel entonces, esta área ya tenía su religión y tampoco hay evidencias de que la cambiara por ningún tipo de budismo.
En la actualidad
Actualmente, los Kalasha viven en tres valles situados en las montañas del Hindú kush. En la actual Pakistán, muy cerca de la frontera Afgana.
Estos valles son: Bamboret, Rumbur y Birir. Su población es solo de 4.000 miembros. El número de nacimientos no es bajo, pero muchos se han acabado convirtiendo al islam reduciendo poco a poco su presencia en estos valles. Aunque en mi experiencia personal estos musulmanes convertidos todavía usan el idioma Kalasha y mantienen buena relación sus vecinos, ya que una vez fueron parte de su comunidad. Esperemos que esto siga siempre así, aunque tristemente la conversión al islam implica la aceptación de otras normas culturales que obviamente modifican la Kalasha.
Valles Kalasha
Los valles Kalasha son zonas de difícil acceso. Y hasta la construcción de las carreteras, vivían prácticamente aislados. Para llegar a sus valles las carreteras están un estado muy deficiente. Y es que el relieve de la zona tan escarpado hace complicado su acceso, aunque gracias a esto, seguramente hoy podemos ver como se ha conservado esta cultura única.
Al entrar a estos valles tenemos la sensación de entrar en un oasis verde entre montañas desérticas, gracias a su trabajo y al de sus ancestros. Donde los cultivos se sitúan en terrazas, y sus casas forman pueblos con mil callecitas y escaleras para acceder a los distintos rincones. De esta forma soportan mejor los inviernos y las escaleras les ayudan a vivir por encima de la nieve.
Actualmente hay tres valles Kalasha, os los ordenaremos de norte a sur:
- Rumbur: En este valle, junto a Birir es donde mejor podemos observar la cultura Kalash. Es donde yo pasé más tiempo y pude aprender más de su cultura. Quedarse un par de días aquí, disfrutando de su tranquilidad y aprendiendo de su cultura es algo inolvidable. Si vais, os recomiendo preguntar por Yasir, en el pueblo de Balanguru. Uno de los poblados Kalasha más grandes y que sin duda merece la pena visitar. El tiene un pequeño alojamiento y os recibirá encantado.
- Bamboret: Este es el valle principal y el más grande de todos. En él se encuentra el museo Kalasha y la mayoría de carteles informativos. También es en el que menos porcentaje de gente Kalasha vi, y el que más alejado de su cultura. Hay mucho turismo pakistaní, eligen este sitio porque tiene más oferta, contraste con los otros valles donde todo es mucho más rural. El pueblo del valle donde más Kalasha encontré en este valle fue Karakul.
- Birir: Al igual que Rumbur me pareció bastante auténtico recomiendo encarecidamente ir. Yo tuve la suerte de asistir a un funeral, donde acudió gran parte de la comunidad Kalash de los tres valles. Fue increíble. Cuando llegué al check point, pregunte por Pamikran como me habían dicho que hiciera, se supone que tenía un jardín para poner la tienda. Resulta que la persona era el alcalde del valle. Y me dejó dormir en una habitación sin problema a un precio muy económico. Realmente me dijo que era su invitado, que no pagara, algo que en Pakistán pasa mucho. Pero no acepte y le pague. Tuve muy buenas conversaciones con la hija que estudiaba sociología en Peshawar, y el hijo me llevo a ver la celebración del funeral. Si queréis saber más, leer mi experiencia al final del artículo.
Cultura
Una autarquía, donde no existe el dinero
Los Kalasha funcionan como una autarquía totalmente autosuficiente. El dinero prácticamente no existía hasta hace muy poco. La sociedad se mantenía gracias a sus grandes vínculos familiares y colectivos donde se comparte y se intercambia con el resto de la comunidad. Lo que necesitan para comer lo cultivan y lo crían. Cada uno contribuye lo que puede y recibe lo que necesita. La opinión que a mi quedó de los días que estuve allí, es que son una sociedad muy trabajadora. Siempre veías a la gente haciendo cosas, pero eso sí, alejados del estrés que normalmente nosotros tenemos cuando ejercemos nuestros trabajos. Supongo que simplemente se hace lo que hay que hacer, tranquilos y sin presión. Muchas veces los niños ayudan como si de un juego se tratara.
Adaptación del medio
En estos valles escarpados la montaña tiende a ser desértica. A diferencia de otros valles, los Kalasha han conseguido volver estos valles verdes gracias al trabajo duro de generaciones. Como si de un milagro se tratara, el agua fluye a través de mil canalizaciones, y llega a todas sus terrazas. Creando así, lugares idóneos para el cultivo. En la construcción de las terrazas y el pueblo se observa un gran trabajo colectivo y una limpieza que echamos de menos en otras partes de Pakistán.
Las casas de los pueblos están construidas unas muy cerca de otras, creando multitud de callejones. A otras zonas del pueblo se accede a través de escaleras, y se camina por los tejados. Esta manera de construir tan característica es debido al frío del invierno y sus nevadas.
Los Kalasha incluidas mujeres, cosa que no suele suceder en el resto de Pakistán, trabajan la tierra y cuidan de los animales. Todos hacen todas las tareas, aunque como en la mayoría de sociedades, sí existe una pequeña división. Esto se debe a los conceptos de puro e impuro que explicaremos en otro apartado un poco más adelante. Cada cual aporta lo que puede y recibe lo que necesita, esa fue la frase que me repitieron varias veces en sus poblados.
Estacionalidad
Tenemos que tener en cuenta la estacionalidad en estos valles. Al estar situados a 2.000 metros el verano tiene temperaturas suaves y es cuando se realizan los cultivos. En esta época, muchos Kalasha se alejan de los núcleos urbanos para vivir en casas de campo donde tienen sus cultivos.
El invierno a esta altura es duro. Hace frío y casi siempre hay algo de nieve. Por lo que los Kalasha pasan más tiempo en casa y consumen de lo que han producido en el verano. Sí han estado en la casa de campo trabajando en verano, en esta época vuelven a las poblaciones.
Colectivismo y comunidad
En una sociedad con tan pocos miembros, donde su ubicación no pone las cosas fáciles, ni para producir, ni para sobrevivir los inviernos, os podéis dar cuenta de la importancia de la comunidad. Pero esto, no solo sucede por estas causas o por la naturaleza de los valles donde solo se puede avanzar en dos direcciones, haciendo más propenso el contacto entre vecinos. Hay una causa tanto o más importante.
Su fuerte sentido de comunidad se aprecia simplemente en su idioma, un idioma que aunque viene del indoeuropeo, aparentemente no tiene relación con ningún otro. Descubrir esto fue una gran sorpresa, ya que era algo que no me imaginaba y me hizo comprender mejor su realidad. En el idioma Kalasha se llama padre no solo a tu padre sino también a sus hermanos. Lo mismo ocurre con los primos, que en su sociedad son simplemente hermanos. Lo mismo con las mujeres y con más miembros de la familia. Esto ayuda a la unidad y el colectivismo que existe en su sociedad.
Relaciones afectivas
En una comunidad tan pequeña, encontrar pareja sin grado de consanguinidad puede ser un problema. Para ello tienen sus propias normas, según pude leer en un libro que me dejaron en Rumbur, para evitar la consaguiniedad un Kalash se puede casar con una persona que sea 7 generaciones alejada de la familia del padre y 5 de la madre. Esto ayuda a evitar un grado de consanguineidad tan común en otros valles de Pakistán o del mundo, donde la población es reducida.
Matrimonio por amor
En los kalash, a diferencia de la mayoría de Pakistánies se casan por amor. O por lo menos en la mayoría de casos son ellos quienes eligen a la persona con la que compartirán su vida.
En esta cultura la mujer puede hablar directamente a un hombre y viceversa, por lo que lo normal es que ellos mismos se conozcan, lo digan a las familias y acaben casándose.
La poligamia puede ser aceptada, pero es rara, normalmente sucede si se tiene dificultades para tener descendencia. Pero no es lo normal.
Después de la noche de bodas
A diferencia de la gran mayoría de Pakistaníes, que cuando se casan su mujer va a vivir a la casa de la familia del marido la misma noche de bodas. En la cultura Kalasha es diferente, aunque también se va la mujer a la casa del marido, es un proceso más lento. Puede durar hasta un año, siendo un proceso gradual.
Tradición: Vestimenta y gastronomía
Para ser sinceros solo las mujeres Kalasha visten de una forma muy peculiar, los hombres visten igual que los pakistaníes, con el shalwar kameez. Pero las mujeres merecen una mención especial. Ellas, a diferencia de las mujeres musulmanas, no se cubren el pelo, pero en su lugar usan los shut-shut. Es una prenda que se pone en el pelo y solo se quitan para dormir. La verdad que es muy característica. Para el cuerpo utilizan vestidos con bordados en diversos colores. La verdad que son prendas muy bonitas, solo producidas y usadas por su comunidad.
Una mujer que joven que conocí y estudiaba en Peshawar me dijo que cuando salía del valle, vestía como una Pakistaní normal por miedo a las críticas y la intolerancia.
Gastronomía
Me sorprendió gratamente encontrar en esta sociedad productos que no suelen existir entre sus vecinos y que nos habla de la antigüedad de esta cultura y sus vínculos con el mundo indoeuropeo, como por ejemplo la producción del vino o el queso. Otros alimentos fundamentales que sí utilizan sus vecinos pueden ser las legumbres, el pan o el té. También comen gran cantidad de frutos, secando algunos para poder comerlos en el invierno. Como por ejemplo el albaricoque.
Una vida simple
Tienen una vida simple, más preocupada por el día a día y el futuro inmediato que nuestra sociedad. Al trabajar en y para la comunidad se crea una sociedad a otro ritmo. Donde el estrés parece no existir. Cualquier cosa que haya que construir se ayudaran unos a otros, desde fuera parecían una sociedad alegre.
Me recuerdo a la película de Shangri-la. Donde el tiempo se detiene y solo importa el día a día. Claro que yo solo vi una parte y la imagine de esta manera en contraposición de problemas que tenemos en occidente.
Pero ellos tienen otros problemas y la vida no creo que sea fácil en invierno. Además, las instalaciones en las casas no son las que encontraríamos en otros lugares, no me refiero solo a lugares occidentales. Si no también a otros lugares de Pakistán.
Religión
En sus pueblos también se pueden observar sus altares, templos o zonas que utilizan para las distintas celebraciones características de su religión. Algunos la relacionan con una religión animista y otros la relacionan con el hinduismo, es otro de los muchos misterios que hay alrededor de esta cultura. En algunos de sus valles, sobre todo en Bamboret encontraréis pequeños carteles en el que os hablaran de pequeños detalles de su religión, cultura y costumbres.
Rasgos generales
Los kalash creen en un dios supremo y creador del universo. El nombre sería Dizau en Kalasha o Khodai en persa. También creen en muchas otras divinidades, la segundo más importante sería Dewa que está por debajo de Diazau. Luego habría otras divinidades con otros poderes, pero siempre bajo el poder de estos otros.
Tener en cuenta que puede cambiar según el valle donde te encuentras.
En las ceremonias religiosas también hay un chamán, esta es la persona más mística y entra en trance en distintas ceremonias. Interpretando los mensajes de algunas divinidades. Esta persona en la actualidad no goza de mucha influencia. Pero en la antigüedad era diferente.
Prácticamente en la totalidad de las casas suele haber un altar en el centro.
Principales templos de Rumbur y sus principales funciones
En Rumbur la divinidad más fuerte es Sajigor, que es también el nombre del santuario más importante. Este está abierto al aire libre y es donde los Kalasha del valle hacen sacrificios.
El segundo templo del valle sería Mahandeo, cuyo nombre significa gran divinidad en sánscrito.
El tercero sería Jeshtak, dedicado a una divinidad femenina y quien cuida de la familia.
Conceptos de puro e impuro
No me quedó del todo claro, pero digamos que en la cultura Kalasha esto tiene mucha importancia. Digamos que hay cosas puras (onjeshta) como por ejemplo: hombres, agua, cabras, trigo, vino y plantas sagradas. Mientras otras cosas como mujeres, pollos o musulmanes son impuras (pragata).
También diferentes zonas del valle tienen diferentes grados de pureza. Por ejemplo, en el pueblo de Balanguru tanto la cima de las montañas como el río serían totalmente puros
Esta pureza es importante a la hora de sus actividades religiosas y celebraciones. Por ejemplo, a veces las mujeres no pueden ir a los templos porque no son puras. Mientras que los hombres sí pueden ir. Desconozco si esto tiene alguna aplicación en su día a día. Como sociedad no me dio la impresión de ser extremamente religiosos. Pero puede ser mi opinión desde fuera y desde el desconocimiento. Según me dijeron, este concepto de pureza tenía mucha más importancia de la que parecía en muchas actividades. Supongo que es algo que se apreciara mejor conviviendo con ellos durante un tiempo.
Idioma
Prácticamente no aprendí muchas palabras durante mi estancia, solo recuerdo una, la más básica. Pero bueno si vais no estará demás poder saludar a la gente. El resto lo tendréis que aprender por vuestra cuenta.
Expata : Hola
Espero que esta información los ayude en sus visitas a los valles o a saciar su curiosidad. No fue fácil encontrar toda esta información sobre los Kalasha. Ojalá les fascine tanto como a mí.
Mi experiencia
Mi estancia en los valles Kalasha fue una consecución de cosas inesperadas. Descubrí este lugar por un artículo que había leído hace años, pero no recordaba que estuviera en Pakistán.
Durante mi viaje al sur de Pakistán, a donde me dirigía para acudir a una boda, uno de los conductores de uno de los coches que me llevó haciendo autostop, me hablo del valle. A partir de ahí empecé a investigar y en efecto, era el valle del que había leído ese artículo años atrás.
El artículo hablaba del valle como los descendientes de Alejandro Magno en un contexto más de leyenda que otra cosa. Pero bueno, captó mi atención, y ahí estaba yo en Pakistán, con tiempo suficiente para descubrir este lugar por mi cuenta. Sin pensarlo mucho me dirigí hacia allá.
Como llegué a los valles Kalasha
Fuí haciendo autostop desde Gilgit hacia Chitral, y de allí a los valles Kalasha. Después me fui por el sur. Mi idea era volver a Gilgit por el valle Swat, pero no me dejaron entrar. Pero bueno, esto es otro tema, y algo que tiene que ver con la inestabilidad en la provincia. Como os he dicho, las carreteras de esta zona de Pakistán no son muy buenas. Y los continuos check points y escoltas que iba pasando no ayudaron a hacer mi camino más agradable. Pero bueno, al final llegué.
Valles Kalasha. Primera experiencia
Mi experiencia en los valles Kalasha, sobre todo en Rumbur y Birir fue muy especial debido a la suerte y mi forma de viajar. Al entrar haciendo autostop y por mi cuenta, yo no saber dónde dormir. Siempre busco alojamiento en el sitio al que llego, no con antelación. La policía del check point esto no les gusto tanto, no estaba muy dispuesta a dejarme pasar, o no sin escolta. Yo expliqué que al no tener internet tampoco podía buscar un alojamiento.
Por suerte paso el equivalente de alcalde en su sociedad. Le dijo a la policía que él se ocupaba de mí. Y me llevo hasta el pueblo de Balanguru, allí me dejaron poner mi tienda en su terreno y me enseñaron su comunidad. Después de pasar un par de días allí viendo el valle. Al día siguiente me invitaron a la celebración de un funeral en el valle de Birir.
Valle Bamboret
Todavía no había visitado Bamboret, aunque me habían avisado de que era el más turístico de los tres valles. Como ya explique la cultura Kalasha se pierde poco a poco en beneficio del turismo y la oferta. Es el valle más grande, y donde más inversión hay, tanto extranjera como nacional. Eso lo vemos en la gran cantidad de carteles anunciando proyectos extranjeros con su correspondiente presupuesto. Había carteles de todos los países, Unión Europea, Estados Unidos, Australia, Corea del Sur… por nombrar algunos.
Esto también es causante de algo que me gusto. En el valle de Bamboret hay carteles informativos explicando la cultura del sitio, muchos son muy interesantes. También te piden a respetar su cultura y tradiciones.
En este valle es donde se encuentra el museo Kalasha. En mi opinión, después de haber visto Rumbur no me gusto demasiado. Pero el simple hecho de su existencia me pareció un acierto. Como curiosidad tiene una parte escrita en griego, recalcando la importancia de estos, aportando presupuesto para la construcción del museo y en cierta manera debido a la famosa leyenda.
Invitación a la celebración de un funeral
Como llegue al funeral
Cogí un trasporte compartido con más Kalasha en el valle de Bamboret. Al funeral iban gente de los tres valles, por lo que salían bastantes coches. Al principio pensé que más turistas irían, ya que igual que me lo había dicho a mí el equivalente al alcalde de Rumbur y me había recomendado ir para conocer la cultura, pensé que a más gente le habría pasado lo mismo. Para mi sorpresa cuando les decía a donde quería ir y para que, los Kalasha me daban la bienvenida y se alegraban, pero les parecía raro que lo supiera. Y en efecto, cuando llegue me di cuenta de que era el único turista allí, solo estaba la comunidad de los Kalasha de los tres valles.
Aun así, sé que hay otras festividades en su cultura famosas donde asisten anualmente turistas curiosos de conocer estas tradiciones
Valle Birir
Al llegar a Birir, pregunte por los nombres que me habían dado. En Pamikran me dijeron que había un sitio para poner la tienda. También me dieron otro nombre para preguntar por él en caso de no poder ir ahí que me lo deje como segunda opción.
Llegué al valle de Birir y encontré otro check point. También había que pagar la entrada al valle, pero al tener el papel de haber pagado en los otros valles no tuve que pagar otra vez.
Ahora tenía más información que cuando llegue a Rumbur. Sabía dos sitios donde podía quedarme. En el check point, después de comprobar mi documentación y la entrada a los valles Kalasha. Me preguntaron por un sitio donde dormiría, yo no sabía muy bien donde iba, por lo que primero le di el nombre de Pamikran y luego el de Gulabi. Los dos nombres que me habían dado.
El policía sonrió y me dijo que tenía buenos contactos hahah, total el primer nombre que les di de Pamikran lo llamaron. No recuerdo el nombre de la persona que vino, pero apareció en la moto y me dijo que me podría quedar donde él sin problemas. Resulto que él también era el alcalde de la comunidad hahah.
Llego a Pamikran, el sitio para dormir del equivalente a alcalde en la comunidad
Nada más llegar me invitaron a relajarme en su jardín y tomar un Chai (típico té con leche, muy común en India y Pakistán). Su hija vino a saludarme, cosa que me sorprendió gratamente, ya que a diferencia de los musulmanes, ellas te pueden hablar y saludar con total normalidad. Era estudiante de sociología en Peshawar y me habló sobre su comunidad. Fue una charla muy distendida.
Posteriormente, el padre también se quedó un tiempo conmigo. También hablamos sobre muchas cosas y me dijo que no me preocupara por el dinero que era su huésped y podía dormir en una habitación sin problema, que no pusiera la tienda. Me dijo que al ser el alcalde de la comunidad esa noche estaría ocupado con cosas de la ceremonia. Me dejaría a cargo de su hijo para que me llevara a la ceremonia y me la explicara. Yo todavía no podía creerlo, supongo que a veces la vida es así y todo sale bien.
Vinieron a cenar varios policías de la zona. Se aseguraron de mi seguridad y me dijeron que vendría un escolta a la casa por la noche. No me sorprendió porque en la provincia donde estamos de Khyber-Pakhtunkhwa ya me había ocurrido más veces. Al menos podía moverme por el pueblo libre, sin escolta. Imaginar lo raro que es para la gente cuando aparece un extranjero con un policía de escolta con su rifle.
Celebración del funeral
Su hijo me llevo a la celebración del funeral. El difunto estaba en el medio, con una bandera roja a su lado. Cerca de él, iba llegando más y más gente. A veces venían grupos de personas numerosos, estos venían como entre silbando y cantando, es difícil de explicar. Estos grupos solían ser solo de mujeres o de hombres, separados unos de los otros. En un momento uno de los hombres empezó a decir varias frases. Yo obviamente no lo entendía, el hijo del alcalde que venía conmigo, me dijo que narraba historias en idioma Kalasha sobre la vida del difunto.
Posteriormente, cuando iba viniendo más y más gente. Sacaron unos tambores y empezó la música. Cantaron y bailaron despidiendo al muerto hasta el amanecer. Los sonidos que hacían parecían venir del inframundo son difícilmente imitables y nunca había oído algo así. Podéis verlo y escucharlo en nuestra historia destaca de Instagram pulsando aquí. De vez en cuando algunos hombres cantaban, el hijo me explico que eran relatos antiguos Kalasha que se han conservado así y se utilizan en las distintas ceremonias. Me pareció raro, a mí me parecía que improvisaban a cantar, hahaha.
En algún momento de la noche sacaban comida y bebida a los asistentes. Y así duro hasta el amanecer, cuando enterraron el cuerpo y cada uno de los asistentes se fue a sus respectivos valles.
Una experiencia inolvidable
Fue una experiencia increíblemente auténtica, siempre la recordaré. Era la única persona externa contemplando esta ceremonia, una ceremonia que se sigue intacta, de una cultura con más de 2000 años de historia. Más antigua que la religión cristiana. El simple hecho de estar ahí presenciándola me hizo sentir muy afortunado. A pesar de que el hijo del alcalde era un adolescente y como adolescente tampoco tenía demasiado interés por la ceremonia. Quizá más en presentarme a las amigas que tenía para fardar de amigo occidental hahah. Aun así, yo la ceremonia la disfrute muchísimo y pudo ayudarme a meterme en contexto.
Esta es una de las cosas que pasa viajando. Cuando uno se sale totalmente de lo planeado, acaba viviendo una experiencia inesperada y maravillosa. En préstame la brújula siempre décimos, hay que dejar espacio para que las cosas pasen. No llevar los planes totalmente cerrados.
Pronto podréis ver más fotos e información en nuestro Instagram y en nuestro canal de YouTube.